Pues sí, entre grito y grito me he quedado afónica.
(O sea, que en estos días de elecciones, me quedado sin voz pero con voto)
Al principio sentía mucha impotencia, ahora me voy resignando y procuro curarme cuanto antes.
Parece mentira la cantidad de cosas que quiero decir al cabo del día y el esfuerzo enorme que me cuesta emitir algún sonido (bueno, y quedarme callada jejeje)
Ahora hablo todo en susurros y la gente me contesta también bajito, lo cual resulta bastante cómico.
Por otra parte hay quien piensa que desde hace un par de días solo cuento secretos...
(Lo más inquietante -y esto sí es un secreto- es que me he dado cuenta de que, a veces, hablo sola!!!)
(Lo más inquietante -y esto sí es un secreto- es que me he dado cuenta de que, a veces, hablo sola!!!)
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