Una de las cosas que me gustó del Museo Hermitage, en San Petersburgo, fueron los retratos al óleo de George Dawe de los generales rusos de la época de Napoleón -allá por 1823-1825-
y la disposición de estos a lo largo de una sala. Lo más llamativo para mí, que los vinculo inevitablemente con la fotografía de carné y su valor objetual, es que hay huecos enmarcados entre ellos. Se trata de la representación de los que murieron antes de que se pudiera hacer su retrato, por lo que estos vacíos tratan de dejar constancia de ellos igualmente.
Me acordé de ellos porque el otro día vi una curiosa apropiación. Se trata de cambiar las caras de los militares por personajes famosos de nuestra época, aunque Steve Payne también lo ha hecho con gente anónima como familiares o amigos. La verdad es que la manipulación es bastante buena y la mayoría de las caras quedan muy bien con los uniformes. Más en
Replaceface
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San Petersburgo, 2011. |