Esta madrugada fue la entrega de los Oscar. Me gusta ver la archifamosa alfombra roja, sobre todo si es en buena compañía para comentar (cotillear) un poco. Como siempre, hay para todos los gustos, aunque yo me quedo con la sensación de que se repiten los modelitos una y otra vez.
Al margen de todo esto, estoy leyendo
El tiempo entre costuras, donde se describe algún que otro vestido de los años 30. En concreto me llamó la atención el llamado Delphos, de Fortuny, por su vinculación con el mundo clásico y la pintura. Es a la vez sencillo y sofisticado.
Y me parece que hoy es el día ideal para compartirlo con vosotr@s