Bentō (también Obento) es la versión japonesa de la fiambrera. Se trata de comida sencilla, como arroz, verduras, fruta, sushi... pero la gracia está en que a veces se coloca o trocea de una manera original, creando formas y dibujos. Esto por una parte me gusta y por otra me horroriza.
Siempre que veo en los blogs comiditas simpáticas para hacerles a los niños, recuerdo las palabras de un misionero hace años. Nos contó de una pareja que adoptaron una niñita de un país africano. Le preguntaban si le gustaba la comida que le ponían, pero ella parecía no comprender. Normal. Cuando por fin logró expresarse les dijo que
la comida no gusta, simplemente se come.
Entiendo que no se hace ningún mal dibujando con la comida, e incluso que puede hacerla más apetecible para los niños que comen mal; pero no puedo evitar acordarme de esa anécdota y me resulta tan frívolo que le quita toda la gracia. Supongo que lo importante, como siempre, es no perder la perspectiva. Hacerlo como un guiño sorpresa que rompa la rutina de alguna persona querida o emplearlo en una fiesta; pero siempre con respeto y recordando aquello que nos decía mamá de no jugar con la comida ;)