Este miércoles contrasta con los días anteriores. Donde antes hubo un estallido de color, hoy hay gris ceniza. Donde hubo fiesta y desenfreno se propone austeridad y reflexión. No por eso es un mal día, a pesar de la vuelta al trabajo y el cansancio acumulado. Hoy se nos recuerda que "polvo somos y en polvo nos convertiremos", que lejos de ser un recordatorio agorero viene a proponernos aquello del carpe diem, aprovechar el tiempo porque nuestra estancia en la tierra es pasajera y al final lo material carece de valor.
A pesar de todas las connotaciones que pueda tener la inauguración de estos cuarenta días y de las palabras tan gastadas y con tan mala prensa como ayuno, penitencia o abstinencia, yo me quedo con dos ideas: que un tiempo para la reflexión nunca hace daño a nadie (normalmente sucede lo contrario) y que el ayuno de hoy no significa dejar de comer carne los viernes, sino que, por ejemplo, podemos intentar privarnos de algunas cosas que no necesitamos para darnos cuenta de todo lo que tenemos de más.
En definitiva, un tiempo para tratar de ser más auténticos pero no más tristes. Yo por lo menos me propongo seguir llevando el carnaval en la sonrisa el resto del año!
Simply Chacha |
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