Hoy he visto en Kireei una idea fácil, útil y divertida realizada a partir de tapones de plástico. Es un material que he guardado más de una vez porque se acumulan bastantes en poco tiempo: refrescos, cartones de leche, estuches de las lentillas...
Los hemos usado como fichas en bingos improvisados, de adornos en coronas de Navidad para la puerta, de ojos en muñecos de nieve...
Y ahora para crear en un plis un clásico juego de memoria, útil, barato, ecológico.
También me había gustado mucho esta otra idea -reutilizando además las típicas y muchas veces inevitables bandejas blancas en las que nos presentan comestibles como el pescado- para hacer sellos caseros.
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