Ya sabemos que los cuentos infantiles tradicionales están llenos de horror y detalles escabrosos. Las fotos de Shaden parecen bellas ilustraciones, pero son demasiado inquietantes e incluso extrañas. Sus cuidadas escenografías oníricas nos sumergen en un mundo de presagios, como si retrataran la antesala de un dolor agudo: el frío, el miedo, la desesperación, la caída...
La autora es una jovencísima fotógrafa estadounidense que realiza las tomas de las fotos en su propio apartamento de una sola habitación, tal como explica en su blog. Más imágenes aquí.
Son bonitas a pesar de la interrogación y la oscuridad que hay detrás de cada una de ellas
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